miércoles, 16 de septiembre de 2009 | By: El Nazareno

La búsqueda del ingrediente X (para la página de videos superpoderosa)



Youtube ha demostrado liderar, al menos por el momento, una de las páginas de internet en la que los usuarios pueden buscar cualquier tipo de videos: musicales, documentales, comerciales; en fin, casi cualquier audiovisual que pueda existir en el mundo, debido a la libertad brindada a cualquier usuario registrado para subir este tipo de documentos.

Pero un fenómeno ha ocurrido y acontece, desde hace unos meses hasta la actualidad: Desde que Google compró Youtube (fenómeno acerca del cual después escribiré), se ha generado una paranoia con respecto a los derechos de autor acerca del contenido de los videos que se suben a la red, es decir, se ha cancelado gran parte de audio en los visuales -después del proceso-.

Una caza de brujas se ha manifestado desde entonces. recuerdo que me gusta mucho la secuencia de video de "Bachelorette", de la artista islandesa Bjork. Cierto día, buscaba el mismo video, encontrando con desagrado que el audio de casi todos los videos relacionados con la canción fue eliminado. Sólo encontraba representaciones en vivo de la cantante o covers de fanáticos.

La siguiente medida puede ser la incógnita clave de tal movimiento: ¿Es eso benéfico o contraproducente? Seamos sinceros: millones de usuarios entramos a la página para encontrar rarezas, recordar canciones nostálgicas y un vasto etcétera. Después de la decepción, intenté subir un par de videos, con un resultado frustrante: el audio de tales videos fueron cancelados. Acto seguido: busqué otra página para hacerlo; y busco videos en otros sitios donde en youtube ocurre la misma situación.

A los brillantes en los negocios parece habérseles fundido las bombillas. Hay otras maneras de solucionar esos problemas, sin afectar a los derechos de autor; se me ocurren algunas: editar aquellos audios que contengan el contenido total de una canción, ya sea "pisando" la canción con algún ID sonoro de Youtube o Google (es decir, tomar un pedazo de canción e insertar una voz promocional de la página), quizá cortar la canción algunos segundos, etc.; Poner un sello de agua en aquellos visuales en los que se transmita algún programa no autorizado; incluir a los patrocinadores correspondientes; no sé, estoy hablando con soluciones quzá no sólidas como el acero, pero no tan apartadas de la realidad.

Cada empresario tiene (o debe tener) una meta bien trazada, pero tal parece que aquí está fallando. Y si no se encuentra el ingrediente necesario para que esta pócima funcione, la fórmula habrá sido un fracaso, y terminaremos acudiendo a otras páginas; pero las soluciones llegan con las presiones. A ver si no se aplasta primero.