viernes, 30 de diciembre de 2011 | By: El Nazareno

Pasarela de candidatos

Tiempos electorales de nuevo, y otra vez los jugadores enseñan sus mejores cartas.

Andrés Manuel está de nuevo como un contendiente serio, puesto ganado debido a su buena participación cuando su rival era Felipe Calderón; aguantó la embestida de la campaña mediática en su contra y del complot por la situación de El Encino (terreno en litigio); el error del Peje fue decir que para explotar el recurso del petróleo en aguas mexicanas se permitiría la participación de las empresas, aclarando que despreciaba la privatización pero permitiendo que el sector privado clavara el diente. Después Calderón tuvo sus aciertos con ideas de AMLO, como la construcción de la refinería y el descuento del 10% en los salarios de su gabinete -que después se perdería con el tiempo-, perdió por una cifra virtualmente mínima, aunque muchos dudamos de la veracidad del resultado.

Peña Nieto tiene un pasado bastante sombrío y los casos Agustín Humberto Estrada (el maestro violado por órdenes de Nieto), y la muerte de su ex esposa, lo perseguirán ahora en estas campañas; sumando la anécdota de su bibliofobia e ignorancia mostradas en Guadalajara y su falta de dominio en el inglés provoca una caída libre en su popularidad. Si no se sabe inglés, no se intenta en un foro mundial, para eso hay traductores. Si no se lee, ese sí es un problema grave. Ahora ya intenta ser bilingüe, de mejor manera, pero eso no asegura a un buen presidente.

Mientras, aquí nos está carcomiendo la ambición de unos cuantos. Los casi 50 muertos en dos días en Boca del Río, el ataque a los camiones que transportaban civiles y en el que murieron 11 de ellos y los diez cuerpos encontrados en vísperas de la nochebuena, apenas hace una semana, nos muestran el verdadero problema que los candidatos deben enfrentar: la narcoviolencia.

No necesitamos a alguien que sepa hablar inglés, alemán o mandarín, pero que sea intolerante con los homosexuales. Tampoco necesitamos a un pequeño cordero que ya hubiera soltado el timón desde hace tiempo, pues con él viviermos todos con 6 mil pesos al mes. ¿Quién más? Santiago Creel ya está más quemado que Freddy Krueger, igual que López Obrador y Vázquez Mota tiene la idea neoliberal y explotarla con la permisión del IP a Pemex. Pero no habla de seguridad nacional.

Necesitamos a alguien que en verdad tenga pensado acabar con la violencia del narcotráfico y que de verdad tenga metas bien estructuradas (o structured, pidan a Nieto que la pronuncie) para que el nivel educativo crezca y no los bolsillos de los líderes, que cree empleos bien remunerados y asegurados con contratos amplios, que no sólo tenga planes de ampliar el TLC con Centroamérica, sinio que desarrolle tecnologías para mejorar el mercado nacional. ¿Es mucho pedir? Entonces que alguien me dé el celular del Chapulín Colorado.

Y ahora, ¿Quién podrá defenderl@s?

Hace como dos años hice una encuesta acerca de lo que la opinión pública (redondeada a 20 personas aproximadamente) piensan acerca de la adopción en parejas homosexuales. Evidentemente, muchos piensan distinto si no se da un enfoque global de lo que puede ocurrir, por lo que mis preguntas tenían que incluir esos detalles que a veces se pasan por alto.

En una pareja homosexual aparentemente no hay peleas, pero seguramente hay con mayor frecuencia que una heterosexual, por el desgaste sufrido a causa de la marginación en la sociedad o por otras causas originadas por su preferencia sexual. Por ende, no se puede asegurar que una pareja homo(o bi)sexual trate mejor a un niño que una que no lo es.

La mente de los niños es como una esponja. Mi hijo aprende todo lo malo y bueno con sólo escucharlo, y evidentemente, tarde o temprano los gustos de los padres se ven reflejados en los hijos; nos guste o no. Si creamos un ambiente en el que dos hombres se besan en la boca, el niño no encontrará nada raro en hacerlo.

Aún si se le explica al niño la diversidad sexual, es muy pequeño para comprender que en la sociedad está mal visto -o aún  no es del todo aceptable y menos normal- que dos personas del mismo sexo tengan una relación sentimental. No comprenderá cuál es la mejor y terminará por deducir que si sus padres lo hacen, es lo correcto.

Inclusive si llega a tener una preferencia heterosexual, los gestos, el tono de voz y los ademanes se fijarán en el niño durante los tres primeros años, tiempo anterior a que el pequeño tenga una relación social en pequeños grupos, como la escuela. Una vez en un aula y con la mayoría de sus compañeros heterosexuales, comenzará el bullying que, si bien ya es castigado con severidad, provocará que el niño se aisle aún más.

No se necesita ser un genio para saber que el niño no será feliz ni logrará una estabilidad emocional si se desarrollan una o más características mencionadas. La iglesia reprueba la unión entre dos personas del mismo sexo y hay organizaciones que repudian de la misma manera el fenómeno, por lo que, al menos, tendrán que buscarse otra religión si quieren consagrarse "hasta que la muerte los separe".

El niño necesita de las dos figuras, paterna y materna. ¿Qué responderán cuando se le pregunte acerca de su familia? ¿Cómo puede un infante comprender a un hombre en rol de mamá? ¿O a una señora de padre? Son confusiones que pueden terminar en trastornos irreversibles a un pequeño que quizá ni pidió nacer o preferiría seguir en un centro del DIF.

¿Y los periódicos dicen que no hay influencia en el niño, que los enfermos mentales son los que no aceptan la adopcion homo? Eso es falta de asertividad.

Pensaba todo esto, mientras veía La otra familia, con Jorge Salinas y Luis Roberto Guzmán, y deducí: es un comercialote del Gobierno Federal para intentar demostrar que, a pesar de todas las pruebas, tropezones, obstáculos y contratiempos, las parejas homosexuales son más capaces que las heterosexuales de educar al niño. A otro cine con ese cuento.
domingo, 4 de diciembre de 2011 | By: El Nazareno

La rápida de hoy

Ayer la nota de 8 en La Prensa fue que galopa la pobreza. Qué raro...

Ya no es noticia saber que aumentó la cifra de pobres en México de 48 a más de 50 millones en México, cuando sabemos que los precios aumentan caño con año, como el alza a los granos y alimentos por el estilo, cuando sabemos que cada año estos productos elevan su valor debido a la baja productividad en la siembra que provocan el frío y la sequía.

¿Qué busca, entonces, el señor Raña poniendo estas dos notas (que galopa la pobreza y que habrá alzas) dos días consecutivos? Tal vez alertar a la sociedad que en épocas navideñas, acabando de pasar este evento llamado Buen fin y en el cual se busca un negocio redondo para las empresas en tiempo de crisis al bolsillo, de que los empresarios buscarán clavar el diente lo más hondo posible.

Quizá me equivoque, y lo único que ocurre es que algun organismo regulador de medios le impida poner a la vista escenas sangrientas, que lo único que provocan en la sociedad es repulsión y tristeza para algunos, morbo satisfecho en otros. La Prensa y Metro son los periódicos más amarillistas del medio impreso mexicano (el Alarma no cuenta como diario).

De cualquier manrea, el efecto de ver y saber tanta probreza es el mismo que el de la violencia...