domingo, 20 de junio de 2010 | By: El Nazareno

Viejos los cerros... y también se desgajan


Hace apenas 17 lustros se colocaban la piedra angular de lo que después se erigiría como el imperio de las artes marciales mixtas de la dinastía Gracie. Transcurría el año de 1925 y Getulio Vargas se perfilaba para asumir el poder de la República Federal de Brasil, mientras que por una parte se gestaba un arte marcial tradicional llamado capoeira regional (y que era considerada una práctica ilegal, hasta la llegada de Vargas), por otra parte Mitsuyo Maeda enseñaba el arte del jiu jitsu a unos jóvenes Carlos y Helio Gracie y los hermanos abrían su primera academia.

A partir de ellos, nació una nueva y gran generación de peleadores de jiu jitsu brasileño, creado por los hermanos Carlos y Hélio. Más de 20 nietos de Gastao Gracie, padre de Carlos y Hélio, continuaron con el legado de enseñanza de un estilo que se refugiaba en el anonimato de su clasificación, pero que contaba con los elementos eficaces que lo convertirían en leyenda.

Pasaron solamente 11 lustros desde que comenzó el primer reto abierto y el primer golpe de ariete para intentar demoler el imperio Gracie: Masahiko Kimura vencía a Hélio Gracie en la épica, más emocionante y segunda batalla de artes marciales mixtas (judo vs jiu jitsu; la primera fue Hélio vs Kado).

No fue propiamente un evento de artes marciales mixtas como los conocemos en la actualidad, sino un reto entre academias, no abierto al público sino exclusivo de las escuelas de artes marciales de judo y jiu jitsu. Era una batalla por el verdadero honor y no por alguna remuneración por la victoria.

Han transcurrido sólo 17 años de la aparicìón de un joven Royce Gracie, hijo de Hélio, que acababa con sus oponentes de manera ràpida y precisa, inteligente y perspicaz, en el primer evento del Ultimate Fighting Championship. En el mismo lugar se conmemoró a Hélio que, a sus 80 años, agradecía por la bendición del imperio Gracie que sus hijos comenzaban a explotar en el mundo y para el mundo.

A tan sòlo 11 años, tal imperio se desmoronaba lentamente, gracias a un ariete llamado Kasushi Sakuraba, que se encargó de pisotear el honor de los Gracie ganando a Royler, hermano de Royce en el torneo PRIDE Championship, en Japón. La primera derrota de los Gracie desde el combate Gracie-Kimura; Sakuraba vencía a Royler con la misma técnica que Masahiko venció a Hélio y que lleva por nombre el apellido del creador de dicho movimiento: Kimura. Paradojas de la vida.

Hélio tuvo tiempo de vida para presenciar la caída de lo que con tanto esfuerzo había creado. Sakuraba se encargó de hacer lo mismo con los peleadores Gracie que lo retaron: Royce y Renzo sufrieron sendas derrotas ante Sakuraba, demoliendo las piernas a base de patadas del primero y rompiendo los ligamentos del codo del segundo. Ryan Gracie, hermano de Renzo, tambìén fue derrotado por "Gracie-Hunter", apodo ganado a pulso y esfuerzo.

Para terminar con la humillación, Royce exigió la revancha a Sakuraba, quien accedió y perdió ante Gracie, pero un mes posterior se descubrió que el practicante de jiu jitsu había usado esteroides, lo que afectaba la imagen de la familia y los condenaba a la maldición de la mancha del honor para siempre.

Las últimas estocadas se reflejan en la pobre actuación de Renzo ante Matt Hugues este año en el UFC 112, peleas ya no espectaculares o principales, sino atractivas por el nombre y la trayectoria; sin embargo, fue una pelea lenta y dominada por un también desgastado Hugues que ya no tiene esperanzas siquiera de contender por el título ante un imponente Georges St. Pierre, no capaz incluso de ofrecer un duelo parejo ante Koscheck u otros peleadores de la división welter.

También se ve decaído el futuro de los Gracie por la intrascendencia de los demás sobreviventes de la familia Gracie, exceptuando a la pequeña Kyra Gracie, de apenas 25 años de edad que apenas gana algunos títulos en su especialidad, el jiu jitsu en Abu Dhabi (en los Emiratos Árabes Unidos y sede del torneo Abu Dhabi Combat Club) y otros lugares.

Al parecer, el nombre Gracie sólo quedará en la memoria de los aficionados a las artes marciales mixtas y en las academias de la familia, que seguramente preferirá regresar al pasado: continuar con el estilo que se refugiará de nuevo en el anonimato, con los mismos elementos eficaces que lo convirtieron en leyenda.