sábado, 25 de octubre de 2008 | By: El Nazareno

El amero en tiempos de odio (y crisis)

Me llegó un mail (como seguramente les ha llegado a muchos de los lectores de este escrito) que contiene un link para ver un video del locutor estadunidense Hal Turner. En el audiovisual el señor explica que su oficio fue truncado, debido a que dio información que el gobierno consideraba peligrosa si se daba a conocer a la población. ¿Qué tipo de información? La estrategia de la actual potencia económica en crisis, Estados Unidos de Norteamérica: EN APROXIMADAMENTE 6 MESES (calcula el comunicólogo) EL DÓLAR DEJARÁ DE TENER VALOR. En sustitución quedará el Amero (de tarea aprenderse el nombre) EL CUAL SERÁ LA MONEDA OFICIAL DE ESTADOS UNIDOS, CANADÁ Y MÉXICO.
¿Cierto o falso? Suena como una teoría conspiratoria, aunque no es tan descabellado y tiene puntos clave que pueden hacernos pensar: si vamos por partes, veremos que, efectivamente, hay una crisis en Estados Unidos, así como también es cierto que tienen una deuda enorme, derivada de su dependencia a la economía mundial y sí es verdad que se pretende tener una moneda en común y efectivamente lo más seguro es que se trata del místico Amero.
La diferencia es que, a mi personal punto de vista, no causará el efecto que menciona el señor, simplemente tiene la intención de ampliar el potencial de comercio de América del Norte (Estados Unidos, Canadá y México).
Definitivamente ese señor no es Dios, y solo “el jefe” puede determinar lo que va a ocurrir. Es alarmante que haya sujetos en un medio de comunicación masivo (si un blog es una herramienta que se debe de manejar con cierta responsabilidad, imagínense en una estación de radio) que se dediquen a causar paranoia entre la sociedad… pero cada uno sabe cómo maneja el medio y se deja manejar por él. Son tiempos difíciles, pero si recordamos, han ocurrido situaciones semejantes en el pasado (como la impactante crisis de 1929), solo que esta ocasión se buscan otro tipo de soluciones.
Esperemos que, en esta ocasión, se trate de una alternativa viable, que afecte lo menos posible a los ciudadanos de clase baja y media baja, y no promueva disturbios sociales incontrolables o que pudiesen acarrear consecuencias graves. Ojalá el señor Turner esté equivocado.