lunes, 14 de diciembre de 2009 | By: El Nazareno

La otra cara de diciembre


Un mes lleno de alegría, de convivencia familiar, de reconciliación con los enojados y de pavo, sidra y árboles de navidad que decoran hogares cálidos. Todo ello representa diciembre, la salida de un año lleno quizá de problemas, pero la entrada a 365 días con nuevas oportunidades.

Pero el último mes representa más que eso:

Tráfico. Congestionamientos viales a cualquier hora del día, cualquier día de la semana. Es, creo, el único mes que nos hace pensar dos veces el utilizar el vehículo (a menos que sea una motocicleta), y caminar, si se trata de distancias cortas. Un lío total.

Largas filas inclusive para ir sólo a la tienda. Resulta casi imposible realizar compras en horas pico; la cantidad de personas en las cajas se multiplica, y es un reto a nuestra paciencia la odisea de ir a comprar, ya sea el regalo o nuestros víveres cotidianos,

Horas desperdiciadas en espera de personal que en las tiendas departamentales de prestigio. Peor que un hormiguero, las secciones de electrodomésticos y de ropa; además, hay que contar a las personas que aún no tienen en mente el regalo para la familia: dichos individuos hacen que el tiempo de espera sea mayor.

Juguetes. Los supermercados colocan, estratégicamente, la zona de juguetería al frente de la entrada principal, y aumentan el tamaño de ésta, por lo que los pasillos con estas herramientas del ocio parezcan interminables; los anuncios en la televisión monopolizan el espacio en el espectro electromagnético.

Precios. La Procuraduría Federal del Consumidor desaparece, misteriosamente, durante esta época del año; los precios aumentan en una evidente estrategia sucia para los compradores, y cuando se dejan de vender los productos, se hacen ofertas sobre esos precios elevados, para dejarlos en el precio normal, pero obligando al cliente a comprar en cantidades mayores (ofertas 2x1, 3x2, compra el segundo a mitad de precio, etc.).

Desperdicio de energía. En la calle de Enrique Rébsamen, Col. Del Valle, se aprecia una casa adornada por enormes series de focos. Resulta una atracción visual para los transeúntes y choferes que circulan por la construcción citada. ¿Imaginan la cantidad de luz que se gasta en el mes? Ahora, multiplíquenlo por la cantidad de hogares que decoran sendas casas. El resultado es el daño provocado al medio ambiente.

Accidentes. La ingestión de bebidas alcohólicas aumenta considerablemente, por ello se llevan a cabo medidas precautorias en este período, como el programa "Conduce sin alcohol" todo el día. La venta de artefactos pirotécnicos es un hecho, a pesar de estar penado; su uso es, en ocasiones, una molestia sonora, pero también representa un riesgo físico, y aunque se ha reducido el número de casos por quemaduras en diciembre, aún se escuchan, por las noches, artefactos explotando.

Después de ver la otra cara, Diciembre no es tan bonito como pinta. De cualquier manera, ¡Felices fiestas!

1 comentarios:

Shu_Key dijo...

Pero a pocos ciudadanos les interesa esto, ahh dan ganas de golpear a todos los zombies mexicanos, por suerte tenemos este tipo de espacios para publicar y demandar lo que los demás no ven