viernes, 5 de noviembre de 2010 | By: El Nazareno

S1karios ofrecidos...

Continuamos en el sexenio Calderonista, uno de los que más decesos ha provocado en la lucha contra el narcotráfico. Las cifras no mienten: más de 28 mil muertos en este período, masacres de jóvenes, de migrantes, consumo desmedido en los narcóticos y un aumento gradual en la narcocultura en los jóvenes.

Sé que no debería sorprender, pero una vez que conocemos un caso, es inevitable el desconcierto que esto provoca. No solamente se multiplica la cantidad de buch0nes o mangu3ras (personas que, en un intento de conseguir respeto o de rellenar una vida burda y vacía, desean ser vistos como narcotraficantes), sino que ahora militares desempleados ofrecen sus servicios en internet para la delincuencia organizada.

Había escuchado -y en algúno momento visto- acerca de personas que vendían a sus hijos, reliquias que no poseían y otras cosas, pero en ocasiones eran simples bromas o maneras de llamar la atención de los medios de comunicación. En esta ocasión son ofertas reales, ex militares jóvenes que, por lo visto, no tienen un empleo o, al menos, no uno remunerante.

Es ahí cuando entra el círculo interminable. Nuestro presidente combate con gran fuerza militar al narcotráfico, un problema ya demasiado arraigado en nuestra sociedad. Los militares sobrevivientes de los ataques poco a poco van desertando porque los apoyos económicos no son suficientes. Nuestra mentalidad provoca que pensemos que es mejor pasarnos al narcotráfico y disfrutar la relamente corta vida de los sicarios y el dinero que ofrece que, seguramente, es mayor al que el gobierno federal brinda.

Un círculo que nunca termina y más si contamos que, además de lo que ofrece el narcotráfico, la venganza y contravenganza es una cadena sin fin. O no se planea terminar con el narcotráfico, o no han encontrado la formulita secreta (o ni tanto...) para arrancar la raíz que está pudriendo nuestro árbol genealógico.