martes, 18 de mayo de 2010 | By: El Nazareno

Mascotillas de indias


Apago el televisor decepcionado y enojado por la actuación de Chivas en el partido de vuelta contra Libertad de Paraguay en el torneo Libertadores. No puedo sentirme satisfecho aún cuando sé que han clasificado a semifinales, pues su actuación fue de un equipo agachon y eso demuestra que la calidad futbolística en México aún es mediocre y paupérrima en actitud.

Y lo podemos comparar con los partidos que la selección mexicana disputó contra Senegal, Angola y otras selecciones nacionales que, si bien no son reconocidas por su alta competitividad en el balompié, sí demostraron un espíritu deportivo que transpiraban y se vio reflejado en una mínima ventaja del equipo azteca. Ello indica que no esperaremos mucho de nuestros jugadores en el Mundial de Sudáfrica, que está a unos días de iniciar.

¿Hay una crisis en el fútbol? La hay y casi siempre ha existido. Por ello el problema para elegir al técnico de la selección nacional y terminar convocando a Javier "el vasco" Aguirre de emergencia, debido a que un tal Ericcson no pudo con el paquete y ni siquiera conocía a los jugadores. Por ello es que un torneo Chivas puede inicar como invicto durante 8 partidos y termina eliminado de manera grotesca. Por ello Javier Herná´ndez perfilaba como máximo goleador en la liga mexicana y con la camiseta de la selección falla dos oportunidad que seguramente hicieron sentir mejor a Kalusha.

Evidentemente esto ocurre en todos los equipos nacionales, pues un equipo de Morelia que lucía como fuerte candidato a disputar la final es violado (metafóricamente) por 7 goles en un solo partido, o que ninguno de los equipos que parecen favoritos para la liguilla (Chivas, América, Cruz azul y Pumas) lleguen a semifinales.

Tampoco es coincidencia que en las anteriores copas del mundo no ocupemos ni el cuarto lugar, porque el mismo Javier Aguirre lo ha dicho: "estamos entre la 11° y 15° posición". No podemos esperar más de alguien que conoce la cruda realidad de nuestro escaso y decepcionante fútbol y que lo dirige, que conoce a sus jugadores y observa a sus rivales y que se la pasa experimentando y no trabajar sobre una base elegida con anterioridad.

Ya he hablado de la crisis de México en los demás deportes, así que no vale la pena retomarlo, pero sí vale la pena retomar lo que el pasado nos ha enseñado, que estamos inmersos en una crisis (refiriéndome exclusivamente a la deportiva, aunque también exista una gran crisis económica, una social a causa de la rebelión de los sindicalistas y otras) y nos corresponde prestarle atención y trabajar en ello, o seguir siendo la mascota de los eventos deportivos y sentirnos el más pequeño de los grandes.