miércoles, 26 de mayo de 2010 | By: El Nazareno

Lo que se ve, no se juzga


Hoy queda demostrado lo que ya dije en un post anterior respecto al fútbol en México. Robin Van Helsing (Persie) terminó con dos estocadas a un vampiro verde-blaco-rojo chimuelo; el único gol del chícharo no es para celebrar, pues jugamos bien o regular, pero no hubo anotaciones desde el partido con Inglaterra hasta después de la mitad del partido con Holanda.

Por una parte, es cierto que por lapsos de ambos partidos, los jugadores tuvieron una buena ofensiva ; ése es el problema, que hemos jugado ya varios partidos amistosos y no hemos podido meter más de un gol en cada uno de ellos, pese a que contra Inglaterra Carlos Vela tuvo dos llegadas claras y no tan complicadas para anotar, además de las falladas por parte de "El Guille" Franco, a pesar de ser quien anotó el gol.

¿Qué nos dice esto? Que no sabemos definir. Me molesta ser de cierta manera malinchista, pero es obvia la determinación de las grandes potencias europeas frente a la portería, como lo demostró Inglaterra, como Holanda lo ratificó, y como seguramente las grandes naciones futbolísticas de América (sobre todo Argentina y Brasil) lo restregarán en nuestra cara.

De igual manera, en el partido de hoy se mostraron algunas fallas a la ofensiva para definir, pero sobre todo la defensa fue tan sólida como una hoja de papel; si Holanda no metío las otras oportunidades que tuvo fue quizá porque también mostraron algunos errores a la ofensiva, pero quizá pensando en que apenas es un partido amistoso.

¿A qué le tiras cuando sueñas, mexicano? Si seguimos pensando en jugar más del quinto partido en el mundial, es un sueño del cual Hugo Sánchez se encarga de mofarse al ofrecernos una televisión si lo conseguimos. Nuestro grupo es difícil, pues enfrentaremos a Sudáfrica, que aunque no es un rival tan fuerte, es el anfitrión; los otros dos equipos son Francia y Uruguay, contra los que seguramente mostraremos nuestras grandes deficiencias para definir y para defender.

Después de todo, Aguirre no estaba tan equivocado con sus pronósticos en España.