lunes, 10 de mayo de 2010 | By: El Nazareno

¿Revolución moderna?


Después de más de cuatro décadas de pagar tenencia vehicular injustificadamente, Calderón propuso quitar este impuesto que sólo sería utilizado para solventar los gastos de los Juegos Olímpicos de 1968. Lo hará al terminar su ciclo como Presidente de México.

Evidentemente, nuestros políticos "honestos" no pueden dejar ese enorme hueco en la recaudación fiscal, porque los sueldos al trabajo de los funcionarios públicos bajarían o alguno(s) de los sectores serían afectados enormemente, como educación, programas sociales, etc. Se habla de un chip con registro satelital obligatorio para entonces y por el cual quizá se tenga que pagar anualmente, aunque no es algo confirmado.

Hoy resulta fundamental, para las personas que viven lejos de su trabajo o requieren de realizar varios viajes locales, la utilización de un automóvil; otras más por alardeo o por cumplir un capricho, o simplemente "para evitar la fatiga". Esa dependencia al transporte provoca que puedan darse este tipo de cobros, incluído el de la verificación 2 veces por año obligatorio, no importando si el carro apenas tiene 2 o 3 años de uso o la frecuencia con la que se utilice.

Peor aún. Los gasolinazos inesperados son noticias a las que no se les da mucha importancia, porque son en pequeños porcentajes, sin embargo, tan sólo en este año, del que van 5 meses, han aprobado sendos aumentos en la gasolina; ello representa un aumento considerable si se suma y se hace un estimado del total del precio con respecto a otros años.

Ya se avecina el festejo del Bicentenario y del Centenario, momentos en el que, independientemente de los medios utilizados, se crearon movimientos de resistencia ante la inactitud del gobierno por proponer sistemas que beneficiaran al pueblo y equilibraran la gran desigualdad social y económica del país; y mucho se habla acerca de un tercer movimiento, que cumpla la regla 1810-1910-2010.

A diferencia de las anteriores, que las herramientas eran fusiles, armas blancas y otros objetos hirientes, hoy ocupamos los medios de comunicación: internet, teléfono, propaganda, etc. Hoy existen agrupaciones que protegen el medio ambiente, redes sociales que manifiestan inconformidades masivas y que con un buen uso, pueden ser muy eficaces.

El problema es que no hay una organización: Nos llegan tantas invitaciones a diversas páginas dentro de Facebook principalmente, que nada más damos click a la mayoría; preferimos mostrar muchas inconformidades con menor significancia, a dedicarle mayor relevancia a uno en especial. Poco sirve dedicar poco tiempo a muchas actividades, es mejor dedicarle mucho tiempo a una o dos.

Por ello es mejor actuar que dar muchos clicks. Sin el uso del automóvil, evidentemente nos evitaríamos: la compra del vehículo, el consumo de gasolina (con respectivos aumentos), el pago de verificación semestral y, por supuesto, la tenencia. Aparte, ayudaríamos a una menor emisión de gases contaminantes del ambiente, un mejor flujo de los caminos con el uso de transporte público, una vida más saludable (considerando que ya no iríamos a la tienda en carro, sino caminando), etc.

¿No es ello una muestra de protesta, un poco de presión para ablandar a un gobierno rígido? Seguramente, y con guante blanco.