martes, 17 de noviembre de 2009 | By: El Nazareno

Derecho de réplica

Señor Sistiaga:

Sé que no tiene siquiera idea de la existencia de este modesto, sencillo, diverso y en ocasiones controversial blog de un servidor; colegas en distintos niveles (por supuesto, superior usted), pero creo que con la misma inquietud de conocimiento e investigación.

Recién observé su reportaje "NarcoMéxico", y en verdad que desde el principio estaba maravillado por su trabajo, más por el hecho de ser usted un periodista extranjero y realizar un trabajo tan detallado de un país ajeno al suyo.

Un minucioso y detallado análisis, además de entrevistas oportunas e imágenes impactantes, otorgaban al video un valor periodístico alto, rico en forma y contenido. Debo admitir -y es una opinión fuera de la crítica objetiva que planteo- que a pesar de que el acento castellano no es de mi total agrado, no era objeto de menospreciar siquiera al mínimo el audiovisual.

El tropiezo viene cuando vincula el narcotráfico y la violencia generada por este fenómeno con el culto a la Santa Muerte. Y es que, al parecer, se ha basado en todos los medios de comunicación nacionales (mexicanos) para entrelazar ambos elementos. Es ahí que todo el excelente trabajo realizado comienza a inclinarse hacia un ataque injustificado contra la creencia.

¿Por qué afirmar que es un culto de narcotraficantes y delincuentes, cuando hay personas como yo, que simplemente busca creer en algo tan real como la muerte, y a la vez existir maleantes católicos? ¿Cuál es la intención de señalar el culto a la Santa Muerte como satánica, cuando no hay sacrificios ni ritos ajenos al catolicismo que no sea la presencia de la figura ósea?

Quizá sea algo atrevido, tal vez imprudente y subjetivo de mi parte, decirle que noté cierta sorpresa, en su entrevista a doña Queta, ante la respuesta a su pregunta acerca de las peticiones de los devotos. ¿Soy yo, o le extrañó que doña Enriqueta le respondiera que por los familiares presos? Creo que todos los religiosos tienen derecho a rezar por ello, cualquiera que fuese la causa del encarcelamiento de estas personas.

No defiendo a aquellos que delinquen o se ganan la vida de una manera no honrada; defiendo aquellas creencias estereotipadas por los medios de comunicación masivos. Y no quiero parecer, señor Sistiaga, un fanático más; sólo pensar en que la realización de este tipo de reportajes requiere la mayor objetividad posible, y no atar cabos no exactos, como decir que la adoración de la Santa Muerte es una muestra de rebeldía.

De cualquier manera, un error lo comete hasta el mejor de los expertos. Recomendable en lo absoluto su reportaje, señor Jon Sistiaga; enhorabuena y si algún día, por algún motivo, error u accidente, lee este humilde blog, sabe que cuenta -pero por supuesto- con derecho de réplica.