Dios las creó. Regalo perfecto para los hombres, sin lugar a dudas. Elixir de la vista y manjar de los sentidos, la optimización de la estética carnal reunida en lo que gloriosamente llamamos: mujer.
Afortunada o desafortunadamente, en muchas ocasiones, el físico compensa a la inteligencia. Mujeres bellas, por supuesto, existen. Y entre más bonitas las mira uno, parece que menos capacidad de raciocinio se les atribuye.
No me gusta estereotipar a la gente, pero parece una verdad comprobable. Escuchar las respuestas de las señoritas ganadoras de un certamen de belleza puede resultar tan divertido, como mirar caídas de niños de un tronco. De verdad.
Y pretendo explicar (al menos desde mi personal punto de vista) las razones por las cuales creo que puede ocurrir este fenómeno.
Las mujeres agraciadas físicamente no necesitan de un acervo cultural vasto, debido a que pueden vivir de mostrar su rostro o su cuerpo, para que consumidores que gustan de apreciar caras angelicales o cuerpos dignos de una Venus de Milo, recreen sus pupilas y nos inspiren día con día.
Por el contrario, una fémina que no posea tales atributos corporales, seguramente requerirá de su astucia y habilidades cognitivas para desempeñarse en el ámbito laboral.
Me explico mejor: Una chica bonita podrá modelar toda su vida, posar para revistas, ser escort (dama de compañía), etc., y una chica físicamente no atrayente tendrá que mejorar su nivel de inteligencia para “tener una gracia”. No sé si esté en lo correcto, pero suena lógico.
Y para ejemplificarles un poco mejor a lo que me refiero, les dejo una foto y un video de Carolina Cerezuela. Actriz hermosa que ha posado para distintas revistas de caballeros, entre ellas la española FHM, y ha aparecido en programas de preguntas sencillas, pero de respuestas algo… equivocadas.
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