jueves, 13 de noviembre de 2008 | By: El Nazareno

¡Viva el apocalipsis!

El misterio y lo esotérico son elementos que mueven nuestros sentimientos de curiosidad y deseo, de no ser así, no existirían las religiones, los fanatismos, las series de televisión de investigación y, por supuesto, las películas acerca del fin del mundo.
Tema muy recurrente, tanto en el séptimo arte, como en centros de discusión, a muchos les parece interesante, a otros emocionante, a otros los incomoda e inclusive espanta. A mi me parecen historias llamativas, sobre todo las nacionales; en específico la mitología maya, que es de las más complejas que he leído o escuchado. No es simplemente que en el 22 de diciembre del 2012 se acabe el mundo y ya. No, es mucho más que eso:
La vida, como proceso, tiene un retorno hacia la gran luz, que ya ha iniciado; la tierra pasará por un proceso de reintegración planetaria, como ya se ha hecho con anterioridad, porque ésta ya ha existido varias veces. En el 1848 del calendario gregoriano comenzó el 11 Ahaw Katun, o "ruedas proféticas", que comprenden 13 ciclos de 24 Haabs (365 días). Es algo complicado, lo sé y lo entiendo a la perfección (yo también me hice bolas al principio). Según dice 26000 años, 13 mil años de luz y 13 mil años de oscuridad -Hiparco también concluyó que la intersección que indica el equinoccio avanza lentamente a lo largo de la eclíptica y llama a ese movimiento "la precesión de los equinoccios", con la misma duración de tiempo, mismo lapso que tarda en llegarnos la luz central de la galaxia-. Actualmente nos encontramos en un período de transición llamado "tiempo del no tiempo" (de 1999 a 2012), y al final de éste, vendrá una renovación del universo. Todo esto apoyado por las recopilaciones de los libros del Chilam Balam (especialmente el de Chumayel). Interesante, ¿no?
Por supuesto, una profecía tan elaborada y bien planteada (de la cual les aconsejo informarse más, por mera cultura), tenía que formar parte de un filme. "2012: Doomsday" es el nombre del proyecto de Nick Everhart. Dicen que la película es mala, pero nadie se había atrevido a (o querido) hacer un proyecto acerca de este interesante tópico. Lo cierto es que, después de escuchar esa fascinante historia, lo que puedas ver y escuchar en un filme quedará corto. Pero habrá que verla, para no quedarnos con la duda.