martes, 28 de diciembre de 2010 | By: El Nazareno

Montoneros

600 elementos de la unidad de seguridad pública los miraban, listos para iniciar el ataque si así lo disponían sus patrones. Por mientras, sólo esperan recargados sobre sus escudos transparentes, volteando hacia sus colegas, riendo burdamente ante lo absurdo del panorama. Y con mucha razón...

El metrobús ha sido objeto de críticas desde el inicio de su elaboración, con mucha aceptación en sus inicios, pero causando molestias después entre la sociedad. Las desventajas para los automovilistas son varias debido a la imposibilidad de girar a la izquierda sobre la avenida si el metrobús recorre dicha vialidad, ello implica posibilidades altas de un siniestro (accidente vial) y, por ende, es una infracción -muy alta, por cierto-.

Ni se mencione el caos vial que representan las obras de la Línea 3 a la altura de Pabellón Cuauhtémoc. El eje 1 Poniente se reduce a un carril, cuando se encontraba tráfico inclusive cuando se contaba con cinco o seis carriles. La búsqueda de alternativas a los choferes que circulen por esta avenida es una pérdida de tiempo, pero qué hacer...

Precisamente, la Línea 3 terminará en la estación de la zona de conflicto a la que refiere el tema central de este post. Se pretende hacer una especie de retorno en Etiopía, terminal de la Línea 3 y estación de paso de la Linea 2; el retorno de los camiones se hará en un pequeño triángulo (o cuchilla) conformado por Diagonal de San Antonio, Xola y Anaxágoras. Para su elaboración, además del intenso ruido, deberán derribarse unas palmeras colocadas sobre el camellón de Diagonal San Antonio.

Los vecinos de la zona llevan hace tiempo protestando para evitar que el Gobierno de la Capital (DF) cambie de opinión; no se llegó a disuadir a Marcelo Ebrard de cambiar la ruta del Metrobús, y ahora parece que ha cedido un poco para la tala de las arecáceas, pero vale la pena recordar que el arranque de las áreas verdes por donde circula el Metrobús se ha hecho por la madrugada -como la mayoría de tarugadas que hacen y que la gente no quiere que hagan-.

Los vecinos se ataron con cinta a las palmeras a manera de protesta. A su lado, a unos cuantos pasos, se encontraba una Carpa de información y apoyo integrada por gente de Federico Manzo (diputado del PAN de la ALDF en la zona de Benito Juárez), para resguardar aparentemente a los vecinos protestantes. Se dice que su presencia no tiene tintes partidistas, pero en fin... es extraño que el mismo día que está presente la carpa, los vecinos hayan hecho la protesta simbólica de la simbiosis humana con la naturaleza, y que ese mismo día ocurriera el despliegue de policías en la zona.

No era una manifestación violenta y masiva como si se tratara de una del SME, era un grupo de 50 vecinos de un nivel socioeconómico de medio a alto; tranquilos, pero molestos por la falta de interés al diálogo de un atrabancado Jefe de Gobierno, que tiene que resguardarse en 600 granaderos para intimidar (porque no hay otra razón) a unos ciudadanos pacíficos. Ojalá no le toque la suerte de Berlusconi pero, tengo que admitirlo, sería divertido y satisfactorio presenciarlo...