domingo, 12 de diciembre de 2010 | By: El Nazareno

¿Y mis cuates? Pa´ mis cacahuates...

No es noticia ya lo ocurrido en Michoacán, ni ahora, ni hace cinco años o diez, quizá desde antes; tampoco es nota fresca el saber que ha caído uno de los líderes de un poderoso cártel de narcotráfico. Lo que hace notable el incidente de hace unos días es que lo dicho por las personas que decían estar no en contra de nosotros y ser nuestros amigos, ahora nos usan como señuelos para acorralar a sus enemigos, sean de cárteles contrarios o elementos de seguridad federal o estatal.

Sí. Esos mismos a los que se les rinde tributo en los narcocorridos y que muchos corean en las tocadas de bandas norteñas; aquellos que tanto son respetados por "la plebada" y que los "mangueras" intentan imitar, son los mismos que despojaron a personas como usted, como yo, de ese vehículo que con  tanto trabajo juntamos para comprarlo, con el objetivo de incendiarlo en un intento desesperado de frenar la ofensiva del cuerpo de seguridad.

Es decir, lo que importa no es que haya muerto (o no) Nazario Moreno Gonzalez, sino que la población paga por ese intento desesperado de sus discípulos -del chayo- de defender la plaza y evitar que los "wachos" continúen con la limpieza.

Pero hay una reacción de la población que no alcanzo a comprender del todo... ¿por qué la gente sale a las calles en defensa de Nazario, uno de los líderes de la organización michoacana que mata, secuestra, extorsiona y dirige el narcotráfico? ¿Cómo una marcha por la paz se convierte en una muestra de afecto a aquella figura que se ha encargado de desaparecer esa paz? Un día destinado a alabar a la Madre de los mexicanos se destinó a gratificar a un sanguinario.

Es decir, ¿cómo la gente puede estar agradecida con una persona que lidera una organización que mata a los que no pagan la cuota, o a sus hermanos? Si no son personas involucradas con La Familia, familiares de integrantes o amenazados por la misma organización, no me lo explico...

Los policías caídos en el combate son considerados héroes... No sé qué tan dispuestos estaban a serlo, quizá fueron enviados en contra de su voluntad, para desquitar el bajo sueldo que reciben. Probablemente no veremos a García Luna al frente del ataque, sino consolando familias y anunciando, con cierto porte de orgullo falso, el avance del gobierno federal y -sobre todo- de su secretaría contra el narcotráfico.

No sé si ésta sea la medida correcta, pues para el tamaño del problema no habrá soluciones rápidas, confiables y seguras para la población; pero si ya se ha tomado esta decisión, es momento de llevarla a cabo hasta el final, pues si el GF tan sólo se vanagloria de la muerte del Chayo y la detención de La Tuta, en unos días aparecerá un nuevo líder y no habrá pasado nada.

Y aunado a esta solución violenta -o repentina- me parece que hay una medida de la cual no se hizo ni eco, y que probablemente sí sea la efectiva, aunque tarde tiempo... La Cámara de Diputados asentó la reforma de los Artículos 3 y 31 de la Constitución para hacer el nivel medio superior obligatorio en la escolaridad de los jóvenes. Gran acierto. Concuerdo en que esta medida puede, de alguna manera, evitar que los jóvenes se integren a la delincuencia organizada por falta de estudios y por pobreza.

Por momentos me gusta autoengañarme, pensar que como país estamos ganando la guerra contra el narcotráfico, no contrastar el México soñado con el real, imaginar que borramos para siempre el prefijo "narco" a la palabra cultura... Si los sueños se llegan a hacer realidad, ojalá éste sea el caso.