sábado, 3 de julio de 2010 | By: El Nazareno

Si ver el mundial fuera productivo...


Nadie sabe y nadie supo; sólo los especialistas y analistas. Y es que pocas veces un partido es tan emocionante sin ser espectacular como lo fue el reciente Ghana-Uruguay, en el que una jugada transforma una dolorosa derrota en una dulce victoria y viceversa, y que el suspenso se mantenga tanto tiempo en el aire.

La verdad es que la mano de Luis Suárez al final del partido entre ambas naciones (Uruguay y Ghana) en verdad debe ser llamada "la mano de Dios". Seguramente Suárez paró el balón con las manos más por instinto que pensando en la jugada salvadora del partido; que se haya esperado hasta el cobro de penal por parte de Asamoah Gyan fue más un acto de curiosidad que real confianza en el destino de que el balón no se introdujera en la portería de Fernando Muslera.

Un acto más de reflejo que de mano negra pienso yo, pero lo cierto es que cambió con gran dramatismo la historia del mundial, sobre todo para los ghaneses.

Pero el de Argentina-Alemania fue más espectacular e igual de emocionante, con más goles en el tiempo regular del partido,90 minutos, y con Miroslav Klose a un solo gol de romper la marca mundial de Ronaldo -15 goles en un mundial-. La verdad es que no puedo ser imparcial por mi naturaleza mexicana,así que me gustó que hayan eliminado a los que nos dejaron fuera del mundial. Já.

¿Y el relajo de Cristiano Ronaldo al escupir frente a un camarógrafo? La verdad es que analizándolo con un poco de sentido común, el futbolista no cometió agresión alguna, pero si dejamos que esto ocurra con mayor frecuencia -aunque no se gane la demanda, pero intentándolo- al rato nos pasará lo que a Roberto Carlos (con su amigo Chilavert).

Todos nos divertimos viendo a los caballeros del balón masacrar porterías en el campo de juego durante este mes futbolero, pero lo que pocos razonamos es que la productividad se desploma durante estos 30 días: Manpower, la firma de reclutamiento de personal y recursos humanos, lo viaslumbraba y el presidente de la Coparmex lo ratificaba.

Evidentemente, los periodistas de la sección deportiva sí cumplen con su trabajo; sería una irresponsabilidad no verlo (sobre todo si el susodicho cubre fútbol). Aunque en ocasiones es pretexto para explotar ese fanatismo desmedido, es cierto que en el periodismo se debe ser entregado y fanático de la noticia o no se hace periodismo; y si se hace, es acartonado.

Todo por el espíritu del que hablaba en un post; las escuelas prefieren unirse al enemigo en lugar de enfrentarlo sin resultados. Lo mismo hicieron las empresas, pues deducian que sus empleados se las ingeniarían para estar al tanto del partido, sobre todo cuando juega la selección mexicana. El fanatismo que nos lleva a la desobligación irresponsable es un monstruo que no podemos vencer. A disfrutar, pues.