miércoles, 21 de julio de 2010 | By: El Nazareno

Mudos nos hacemos...


Resulta curioso y hasta contradictorio pero es lógico, irónicamente; entre mayor es la cantidad de tecnología para accesar a la comunicación, menos tenemos qué decir. Vaya, que cada vez hay más herramientas disponibles y terminamos por usar ninguna correctamente y ello es claro para aquel que cuenta con su Hi5, Facebook y Twitter. Saludos, y comentarios en fotos; en su defecto, el chisme más reciente publicado en el muro es el pretexto perfecto para usar las redes sociales.

¿Y luego?

Sigo sin poder cdomprenderlo, a pesar de que ya creo tener la respuesta. No tenemos el tiempo para hacerlo todo: preferimos andar en el chisme informático que leer un pedazo de ese libro, enterarse de todas las noticias -que es un deber, no un logro- o preparase bien para la exposición del día siguiente y ensayarla si es necesario.

No soy un puritano, pues como mortal al igual que todos, también me invade ese instinto voyeurista y navego a través de los distintos perfiles para chismear un rato; no es pecado, pues, hacerlo en algunos ratos libres. Pero si sabemos que tenemos deficiencias en aprender inglés, una letra que, bien o mal, es necesaria para encontrar las mejores oportunidades de empleo en el futuro, no está de más dedicarle más tiempo al spelling.

Si, yo también sé lo difícil que resulta el enfoque al conocimiento con tantos distractores como youtube (que igual contiene documentales muy buenos, como los del Maestro Carl Sagan), el alcohol y esos viernes sociales... pero la semana tiene siete días; el día, 24 horas. Administrar el tiempo parece tan difícil en estos días, que no vemos las soluciones incluso cuando nosotros mismos las utilizamos inconscientemente.

Vaya, que leer la Playboy servirá tanto para relajarnos como para aprender un poco de redacción, recolectar información en algunas notas y entrevistas que presentan; cambiar la tele durante los bloques comerciales a Milenio (ya qué...) para informarnos un poco de lo que pasa en el mundo y en nuestra ciudad, sin perdernos guerra de chistes; leer un libro que nos servirá tanto para nuestra tarea de mañana, como para no ser tan ignorantes en una semana...

En verdad que eso es lo que ocasiona que en algún momento digamos "es que no tengo nada qué decirle". Pero mientras sigamos con el copy & paste, con nuestra indiferencia irresponsable ante las noticias y con nuestro orgullo por la ignorancia, seguiremos posteando frasecillas trilladas y chismes, sin algo realmente importante qué comunicar ante las redes de comunicación... irónico.