sábado, 17 de julio de 2010 | By: El Nazareno

El mito más grande del mundo...


Si tan sólo el hombre comprendiera que el amor es el sentimiento de vacío al no tener con qué rellenar ese hueco emocional que nos carcome con una gran dosis de soledad si no lo satisfacemos... si sólo pudiéramos canalizar esa idea, seguramente en el mundo habría menos suicidios, menos violencia y menos trabajo para aquellos dedicados a darle sentido a sus energías desperdiciadas.

Si entendiéramos que hay maneras de sustituir esa mitad del alma que buscamos incesante en una mujer (u hombre, para las mujeres... o cualquier variación de la ecuación sentimental) seguramente los autores de boleros,"romantiqueo" (variante melódica del reggaetón-, y otras canciones tristes compondrían otro tipo de canciones.

Seguramente que al razonar más sobre lo mundano, lo tangible y lo concreto, lo abstracto se convertiría en intrascendente en el aspecto de las emociones... entonces cada 14 de febrero pasaría sin pena ni gloria, como lo hace cualquier día del año no feriado... las paletas en forma de corazón serían anticuadas y cursis para todos.

Podría apostar que si descubriéramos la verdadera esencia de lo que llamamos con tanto recelo "amor", las relaciones humanas serían mucho menos complicadas, pues no existirían celos, ni desamores, ni nuevos intentos de noviazgo... las charlas serían de un nivel más alto pues al caer embelesados con el "amor", caemos en las frases bonitas, pero incoherentes y "hablamos por hablar".

Convencido me encuentro de que la vida, ese transcurso entre el "no estar" de nuestro espíritu, sería mucho más productiva si no nos incomodara ese sentimiento muchas veces vano, al que le damos mayor importancia que aquello que en verdad nos ayudará a sobrellevar de buena manera nuestra existencia física.

Pero gracias a Dios, existe... porque sin él, sería mucho más simple la vida, pues el mundo es perfecto por sus imperfecciones, que le dan sabor al existir.