martes, 5 de enero de 2010 | By: El Nazareno

Recibiendo el año nuevo


Los momentos de la celebración de Navidad y año nuevo son, en verdad, motivo de regocijo entre la familia (por lo menos, dos veces al año es bueno hacerlo). El lapso se amena con sidra, cervezas y pavo; cualquier otro platillo extra es bienvenido, y las tradiciones forman parte de ambos días, y las aprendemos y aceptamos en nuestro núcleo familiar por mera costumbre.

Pero ¿en verdad son necesarios? en verdad no encuentro gracia alguna en degustar 12 uvas al ritmo de las campanadas (en más de una ocasión he visto a gente estar a punto de ahogarse por no perder el ritmo). Data de aproximadamente 1890, tiempo en el que en España era sólo bajo el pago de una cuota que la gente podía salir a recibir a los Reyes magos. Ello, sumado a la tradición madrileña de comer uvas en la cena de nochevieja, dio origen a una de las tradiciones más seguidas en México.

Pero si ello me parece absurdo, ¿Bajar y subir escaleras con maleta en mano, para viajar mucho durante el año entrante? Es ilógico que se tenga la intención de viajar en demasía, cuando no se tienen los recursos económicos suficientes, o por el contrario, el trabajo se vuelve asfixiante y no ofrece tiempo libre, exceptuando las vacaciones obligadas.

La ropa interior roja para el amor es, de igual manera, una de las tradiciones más ridículas que he visto realizar en la familia. Una solución psicológica para los(as) desesperados(as), que no han tenido suerte en el amor y desean una solución "por arte de la Santísima Trinidad".

Pero vamos con las que más me han llamado la atención:

Colocarse frente a una fuente de agua y vertir esperma. Se dibujará una imagen, lo que se vea en esa imagen será lo mas importante para la persona el próximo año. Esto debe hacerse a las 12:01a.m.

Barrer la entrada de la casa y quemar la escoba para eliminar, con ello, las malas vibras.

El domingo veía, en un programa popular de concursos y conductores improvisados y acartonados, una serie de rituales con este tipo de acciones para despedir el año al borde de la extinción. Un sujeto, intentando ser agradable y gracioso, tomaba una escoba y comenzaba a barrer su cuerpo, mientras rezaba en otro idioma. Al final, explicó que es un ritual celta y que las palabras pronunciadas significan, "Bienvenido año nuevo", o algo similar.

Ni qué decir. Espero no herir susceptibilidades, pero hacer eso es sólo comparable con evitar a toda costa pasar debajo de una escalera recargada en la pared, o el pavor de encontrar un gato negro en el camino. Mera superstición.

Lo mejor en el año nuevo es tener en cuenta que hay 365 días para realizar todo aquello que intentamos solucionar con costumbres extrañas. Sentir la energía para culminar con hechos, no para soñar con deseos. Lo mejor es iniciar el año haciendo lo que se pretende hacer en su transcurso. Si se amanece aún borracho o crudo, lo más seguro es que el resto del año sea un bebedor, al igual que escribir un texto esa noche (ups, lo bueno es que es de mala suerte ser supersticioso).