lunes, 11 de enero de 2010 | By: El Nazareno

Muerte en el aire


Al ver en la página de noticias que el empresario Moisés Saba y toda su familia fallecieron, la conmoción saltó de inmediato, para después ser opacada por la curiosidad del resto de la nota, es decir, de las circunstancias en las que los decesos ocurrieron.

No pude evitar tener en mente aquel avión que se estrellaba desgraciadamente en la calle Ferrocarril de Cuernavaca. A poco más de un año del "avionazo", en los que fallecieron el exSecretario de Gobernación y el exSubprocurador de la SIEDO, entre otras personas.

Como la mayoría sabe (y si no, lo reitero), hubo gran controversia por descifrar o indagar el motivo del accidente; se habló de un atentado, después se investigaron las "cajas negras", para descubrir lo que pasó segundos antes del impacto, y al final se llegó a la conclusión que había sido una falla técnica.

Lo que no apareció en los medios de comunicación con gran impacto (televisión), es que José Luis Santiago Vasconcelos (SIEDO) tenía ya antecedentes de enfrentamientos con representantes de los distintos cárteles mexicanos: en enero de 2008 se frustró un atentado en su contra por tres sicarios ligados al cártel del Golfo. Tiempo antes, un testigo protegido aseguró que Vasconcelos tenía nexos con la organización Beltrán Leyva.

Y a pesar de que en el percance de ayer no se encontraba ningún alto mando de alguna organizaciónd de seguridad, sí se encontraba un empresario inmerso en negocios de empresas reconocidas: Ecocinemas, Unefon, equipos de fútbol de primera división (Veracrúz y Morelia), Crowne Plaza, acciones de Tv Azteca...

Su muerte, además, ocurrió en las mismas situaciones; un accidente durante un viaje aéreo. El señor Saba intentó adquirir Aeroméxico en una subasta (parte del manejo neoliberal de Calderón y del cual ya había escrito en otra entrada) en 2007.

Pero hé aquí un dato curioso: En julio de 2008 murió Isaac Saba Raffoul, quien poseía una fortuna valuada en 2 mil 100 millones de dólares. La herencia era sustentosa, y todos los hijos, incluyendo a Moisés Saba Masri -finado, sobrino de Isaac Saba-y a Alberto, Manuel y Moisés Saba Ades.

Desde el fallecimiento del señor Isaac, se desató una pelea por la fortuna, que llegó hasta los tribunales. Y aunque Saba Masri no participaría en el reparto, este accidente desató de nuevo la pelea por la herencia.

Por un momento, creí que Alberto Saba era el hermano de Manuel y Moisés Saba Ades, pero después se corroboró que se trataba de Alberto Saba Tuachi, hijo de Moisés Saba Masri y Adela Tuachi. Y todo porque, por omitir un apellido, los medios confunden a la gente (¿cuándo aprenderán?).

Esperaremos unos días, para ver si en esta ocasión no resulta una falla técnica como el fenómeno responsable del percance, para variar. El veredicto aún está en el aire.