martes, 1 de mayo de 2012 | By: El Nazareno

No es lo mismo...

Después de "esto" , me puse a pensar en cuál es la diferencia de un toro y un humano, y no en lo físico u racional...

Hace unos días escuché de una gran movilización por parte de grupos que luchan por los derechos de los animales y su encuentro con fanáticos de la tauromaquia. Esta disputa por la razón se dio fuera de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, en donde se cocinaba una iniciativa que pretendía abolir (que se abola, que se abola, jeje...) las corridas de toros en la Ciudad de México; una vez que los simpatizantes de la tortura se presentaron y mostraron al gobierno el por qué deben continuar, decidieron pos(t)poner esta decisión.

La razón en simple: en España genera ingresos de hasta mil millones de euros al año, unos 17 mil millones de pesos, tan sólo siendo superado por el fútbol; aquí en México, la Plaza de toros tiene una ciorrida a la quincena, con una capacidad de 41 mil espectadores y un precio aproximado de 400 pesos el boleto, generaría un ingreso de 393 millones 600 mil pesos al año, tan sólo en entradas, sin contar otro tipo de economía que se genera alrededor de la tauromaquia y la fiesta del villamelón.

Hoy leí un artículo de una página de Artes marciales mixtas, deporte al cual -tengo que admitirlo- soy seguidor. El texto dice que el Estado de California quiere reformar la Ley bajo la cual los Artistas marciales mixtos se rigen, y en esencia, se argumenta que los peleadores son tratados inhumanamente y busca proteger su integridad, pues se golpean muy bruscamente, al grado que si no se busca una completa seguridad del peleador, no se permitirán eventos en todo California. Y parece ser que la voz del gobernador de un Estado tienen más valor que la del Presidente.

Retorno nuevamente a la pregunta... ¿Cuál es la diferencia entre un toro y un humano? porque ya no cuadra lo planteado. ¿Por qué, entonces, se detiene la iniciativa de una Ley que pretende defender al protagonista de un Deporte, si en la UFC -La Liga de AMM más popular- se pudo hacer esto, no importando que se generen 500 millones de dólares al año, más de 20 millones por evento?

Al parecer, tendremos a más mestizos (esta palabra sin intención despectiva) villamelones, queriendo seguir un pseudodeporte para pretender un status superior al de los que le rodean, periodistas y actores con aire hispano y arrogante, que defienden a la tauromaquia bajo el argumento de libre alvedrío, "si no te gustan los toros, no vayas". Lástima que el toro no tiene esa capacidad de elección, como los peleadores. Así las cosas.