miércoles, 30 de mayo de 2012 | By: El Nazareno

Ahora o nunca

Se acabó el tiempo para Georges.

Por un tiempo, creí que era mejor que Anderson Silva, cuando éste último peleaba como un Mohammed Alí en estado de ebriedad. Georges no era mucho más espectacular que cuando venció a Serra, Hughes o B.J. Penn, pero ofrecía peleas tácticas, seguras y con gran despliegue de técnicas, de boxeo elemental arriba a un double leg takedown, de una posición con el contrario en guardia completa, a una montura o un crucifijo. Un dominio que quizá La araña también podría hacerlo, pero optaba por la fanfarronería.

Ahora, Georges termina con el rostro golpeado ante Jake Shields, que ni siquiera domina el boxeo. Se lesiona y las peleas por el título en los welter se ven entorpecidas. Y eso no es todo, hay un nuevo rival llamado Nick Díaz, el tipo de peleador con el que GSP nunca se ha enfrentado, aquél que durante toda la pelea provoca al oponente y que tiene unos brazos largos para boxear con ventaja y unas piernas largas que puede aprovechar con su habilidad reconocida en el Jiu Jitsu. B.J. Penn y Paul Daley ya cayeron contra Díaz.

Aunque Nick perdió contra Condit, en una decisión que me parece favoreció al rival limpio y bien portado más que al que demostró mejor capacidad de artista marcial mixto, y a pesar que declaró retirarse por ese tipo de comportamientos en los altos mandos de la UFC, me parece que Georges tiene que cuidar su lesión para que la evolución sea pertinente, regresar en noviembre contra Condit, vencerlo, y llamar a Díaz para una pelea, quizá no por el cinturón, quizá no en UFC, pero esa cuenta pendiente es una daga que permanecerá en toda la carrera de St-Pierre hasta que se resuelva porque, de no ser así, Díaz habrá tenido razón: GSP tenía miedo.