domingo, 29 de enero de 2012 | By: El Nazareno

Elemental, mis queridos lectores

El espionaje y contraespionaje ha sido uno de los temas de mayor interés entre los jóvenes, ya sea en novelas escritas, historietas o películas. En lo personal, desde Enemigo público resultó un tema estresante porque, sin darme cuenta, estaba dentro de la película. Era un manojo de nervios en las persecusiones y un montón de asombro en la tecnología que se utiliza en el filme que protagoniza Will Smith. Pero es tan sólo un guión actuado.

Y es que, sin estas herramientas, en muchas ocasiones no se tienen pruebas de crímenes en investigacion, como la caja negra de los aviones, las cámaras de vigilancia a la vista o escondidas, aunque en ocasiones los poseedores de estos utensilios puedan manipular la información para solucionar a su favor -o simplemente no hacerlo- algún caso.

Un ejemplo es el avionazo del Exsecretario de Gobernación, Mourinho. la famosa caja negra de los aviones era una herramienta para averiguar qué es lo que ocurrió, pero la grabación no es clara, hace referencia a un error provocado por otro avión, pero en estos casos la seguridad debía ser máxima, tanto en maquinaria como en situación de vuelo (clima, conocimiento de espacio, etc.). Igual ocurrió con Blake Mora, otro Exsecretario de Gobernación.

Pero ¡pobres de los que son víctimas de estas herramientas! Es un crimen, un atentado a la vida privada. ¿Cómo van a descobijar toda la porquería que se hace en la política? No habría niños verdes chamaqueados al momento de recibir billetes verdes a cambio de destruir una zona de manglares, también verde; no habría gentlemans descubiertos al golpear a un trabajador y que ahora huye de la justicia y no existirían, ahora, un grupo de personas lideradas por Acosta Naranjo acusados de espionaje por priístas paranóicos.

Los del PRI piden pruebas, como dice José Ramón Martel, la carnita del asunto; Naranjo presentó las dichosas muestras de espionaje a la Procuraduría General de la República, pero esta institución negó que exista ese delito, lo que Guadalupe Acosta calificó como una infamia. Vamos, que si en verdad existen tales actos, él tendrá las grabaciones copiadas, no simplemente encontrar dos micrófonos en alguna pared.

Y mientras aquéllos juegan a las camaritas, otros llevan este tema de ciencia-ficción a la realidad y mucho más allá. ¿Qué tal que, al menos 80 extrabajadores de la SIEDO (Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada) ahora laboran para agencias de EU como espías? Evidentemente aprendieron técnicas de espionaje tecnológico avanzado, ahora al servicio de un país que ya ha plantado una Iniciativa Mérida, la cual más que buscar combatir el tráfico de droga, intenta establecer parámetros de control estadunidense en México, con oficinas de un piso completo en edificios de la Ciudad de México.

Esas plumitas con cámaras ya son historias viejas; la realidad puede ser tan escalofriante como que ahora mismo los filtros de palabras que se utilizan en los mails también los utilicen en blogs como el de un servidor. Para hacer temblar mis delgadas patitas.