viernes, 4 de noviembre de 2011 | By: El Nazareno

Estamos solos

No hay protección alguna. Estamos desprotegidos y la selva de las calles cada vez se asemeja más a un camino lleno de trampas y hay que salir con total precaucion si queremos llegar a casa a salvo, día con día. Y los motivos son muchos.

La realidad es otra que la que nos muestran los partidos en sus campañas. La realidad es un montón de policías que no respetan las normas que ellos mismos deben vigilar que se cumplan, como los policías que fueron embestidos por invadir los carriles del Mexibús en Ecatepec. De la misma manera como muchas patrullas y ambulancias invaden el carril exclusivo del Metrobús aquí en la Ciudad de México sólo por evitar el tráfico en muchas ocasiones y podrían atropellar a alguien o sufrir la misma suerte de Giovanni Oviedo, el policía muerto en ese accidente.

Nuestra realidad es intolerante, como los policías que golpearon y detuvieron a veintinueve manifestantes pacíficos en Ciudad Juárez. La liberación de dichas personas fue derivada a la injerencia de la Amnistía Internacional y de Jesús Robles Maroof, defensor de derechos humanos; de no ser por estas figuras, quizá otra sería la suerte de los ahora liberados.

Vivimos en un país en el que no nos protege nadie que se jacte de ello. En este país se admira al narco y se le cataloga en revistas como figuras comparables a Barack Obama o Carlos Slim, empresarios y políticos que, si no son un ejemplo Ghandinesco, sí es mucho más respetable su función dentro de la sociedad. Desde hace unos años, la buchonería ha provocado en los jóvenes sin habilidades ni metas ver a los narcotraficantes como el modelo a seguir.

Es absurda la realidad en la que servidores públicos como Daniel Salas y Alberto Vilter le niegan el acceso a reporteros a su propio domicilio, por no tener los títulos de propiedad a la manoy pedir 5 mil pesos para que los sujetos pudieran tener acceso a su hogar. Absurda como la manera en que los policías pueden detener a 4 periodistas como ocurrió en Chiapas, sin necesidad de explicar el motivo en el momento.

No podemos estar seguros si sabemos que hay tan sólo 492 policías detenidos por nexos con el narcotráfico en dos meses aproximadamente. No cuando nos enteramos que un miembro de la organización delictiva Los caballeros templarios perteneció al Partido Verde Ecologista de México y se postuló como candidato a diputado federal.

Quizá es por ello que, de pronto, sabemos que queman a dos policías en Tláhuac por -según los vecinos, y no sería descabellado- encañonar a estudiantes menores de edad. O como en Cuajimalpa, cuatro delincuentes se salvaron de ser linchados por los habitantes de la zona. Es quizá que estamos despertando, que sabemos que como ciudadanos estamos solos, pero como vecinos, las cosas pueden cambiar un poco.