Ya tuve el honor de escribir acerca de Stephen Hawking y su antireligiosidad. El señor es una eminencia de nuestro tiempo y ha hecho inmensos aportes a la ciencia actual, al descubrir el efecto de los agujeros negros y la probabilidad de viajar en el tiempo. También cree que el origen del universo tiene una justificación, un porqué, algo que provocó el movimiento contínuo del universo pero, a la vez, niega rotundamente la existencia de Dios y cree que el origen del universo fue de la nada.
De nuevo el mismo conflicto: ¿Qué es la nada? ¿Es posible, en una mente común y realista, concebir nada donde siempre hay algo? Hawking deduce que es una consecuencia de las leyes de la física. ¿Como pueden existir leyes físicas donde hay nada?

Más allá de lo que la serie "Niño santo: ¿Ciencia o fe?", que se estrenó el domingo, pueda ofrecer, y "Curiosidades" de Stephen Hawking, casi por la misma fecha de estreno, es importante considerar que, más allá de todo tabú y todo prejuicio, todo tiene un orígen; llamarlo por su nombre o por otro apelativo es mero adorno.
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