Los políticos nos prefieren huevones...

Los papeles se han invertido y muchos ni siquiera lo sabemos... El papel del gobernante no es el de imponer su voluntad, de hacer lo que él cree mejor para todos, sino de escuchar a la gente y actuar lo más apegado posible a esos deseos de los gobernados. Nosotros tenemos el poder, somos el poder, ellos sólo son representantes del pueblo; pero parece que eso se nos olvida cada día.

Marcelo Ebrard se ha encargado de hacer un caos en el Distrito Federal con las excesivas -y muchas veces innecesarias- obras públicas, que aumentan el tráfico, los embotellamientos y provoca numerosos retrasos en las personas que se desplazan a sus trabajos en vehículos, ya sea medios de transporte colectivos o particulares. Ello es un desconcierto para la sociedad que circula por las zonas en las que se realizan dichas obras; pero al jefazo de gobierno parece no importarle.

Tales obras también perjudican a los vecinos, ya sea por el ruido, porque no pueden sacar sus automóviles o porque pretenden deforestar las zonas en las que se construye, como lo ocurrido con los vecinos de la Colonias Narvarte con el retorno del Metrobus que planea hacerse en Diagonal San Antonio, pero lo que hace el preocupado Ebrard es mandar una tropa granaderística para unos cuantos sujetos que sólo piden que se respete la ecología del lugar.

Con la educación se ha hecho lo propio: la reforma ortográfica cambia el esquema del lenguaje, la manera en la que se escribe y se comprende; lo que es peor, es permisiva en exceso; es decir, que si en un exámen de español se calificaba la ortografía, es posible aprobar aunque no se tenga noción de cuándo poner una tilde, cuándo un acento prosódico, etc.

Como en su momento, la SEP intentó quitar de la educación básica (primaria y secundaria) la historia prehispánica. Los niños, a partir del 2005, tendrían una historia a partier del descubrimiento de América; se olvidarían de los mayas, aztecas, zapotecas y demás. Una barbarie que fue detenida por la evidente preocupación de historiadores, escritores, pensadores y otros intelectuales. También se hablaba de excluir algunos textos de Octavio paz y otros escritores.

Y ahora parece que el deporte, como medida de distracción y salud en el cuerpo y la mente, quiere erradicarse. El 14 de diciembre de 2010 se publicó en la GODF un acuerdo denominado Foro-Estadio-Azcapotzalco. Se planea ubicar, en donde existe el Deportivo Reynosa y Alameda norte, un "centro urbano de desarrollo comercial, económico, cultural y de entretenimiento"; es decir, seguramente un centro comercial.

Hay muchas personas que practicamos algún deporte y este tipo de actos nos afectan a todos. Y aunque fue forzado por los vecinos a entablar un diálogo con los vecinos, lo cierto es que a Marcelito no le interesa el deporte, ni invertir en apoyo a atletas, ni siquiera a los amateur que practican por hobbie; mi pregunta es ¿desde cuándo permitimos que se intercambiaran los papeles? Nosotros tenemos el poder de decisión, no ellos; lástima que no todos lo sabemos. O no nos acordamos.