miércoles, 21 de abril de 2010 | By: El Nazareno

Talento divagante


Resultaría anonadante descubrir cuántos océanos de ideas naufragan por ahí, entre islas solitarias. Marejadas de historias aún sin contarse y que desean hacer tsunamis de buenas impresiones en los lectores, y tristemente se encuentran inmersas en el anonimato de pequeñas comunidades sin ser reconocidas como deberían.

Son talentos divagantes, que tienen tanto que ofrecer y los despreciamos porque consideramos que sería una pérdida de tiempo el leer lo que alguien detrás del monitor tiene que enseñarnos. Vivimos nuestra existencia pensando que leer a los grandes monstruos de la literatura es lo único; evidentemente, es esencial conocerlos y saber de sus obras, pero recordemos que ellos también iniciaron, si bien no como bloggeros o participantes de una comunidad en línea, quizá sí como colaboradores amateur de diversas publicaciones.

El lunes hicimos una entrevista a dos jugadores de la selección mexicana de balompié de playa y nos dimos cuenta de las adversidades que enfrentan al no ser apoyados por patrocinadores ni por instituciones gubernamentales que fomenten el deporte, como la CoNaDe. Nos platicaron sus experiencias en los clubes de primera división, y es curioso saber que como seleccionados no reciben un salario ni apoyos de cualquier otro tipo, excepto los viáticos cuando hay partidos.

Lo sorprendente es que tienen una competición mayor ante equipos con un nivel de balompié reconocido, como Brasil. Curiosamente estos jugadores no tienen tiempo para entrenar, pues trabajan debido a que en el deporte no tienen un salario, además de atender a su familia. Talento al que no se le da crédito en las grandes televisoras, pero que siguen derrochando sobre la arena.

De igual manera, los seguidores de las artes marciales mixtas nos enfocamos en la mayor liga de esta especialidad de combate: la UFC. Aquí en México existe la liga Xtrema Fighters Latino, pero evidentemente no tiene el apoyo que quisiera más que de los organizadores y uno que otro patrocinador; dista mucho de un evento como los organizador por Dana White, presidente del Ultimate Fighting Championship.

Varios eventos se realizan por las zonas de Polanco, pero evidentemente el boleto cuesta 350 aproximadamente. Los pocos seguidores de las artes marciales mixtas en México no pagarían (me incluyo) una cantidad así, a menos que se tratara de un evento grande. Si esta organización recibiera el apoyo necesario, evidentemente el presupuesto sería mayor; los peleadores, mejor preparados y el precio quizá disminuiría, debido a que la inversión de los organizadores no sería tan grande.

Podría citar varios ejemplos más, pero creo que se ha entendido lo que ocurre en México; un gran desperdicio de habilidades que se funden en el anonimato, únicamente para una autosatisfacción y nada más; algunos aspirando quizá, con toda la fe de la religión católica, a que algún cazador de talento lo descubra.