martes, 23 de marzo de 2010 | By: El Nazareno

¿Delincuente, o un actor más?


Si todo fuese como en las maravillosas historias narradas de generación en generación a los niños, seguramente la señora Purificación Carpinteyro tendría un papel de salvadora, tendría una recompensa y viviría feliz, mientras que las figuras públicas corruptas estarían pagando una condena por sus malhechuras.

Pero es la triste realidad, y no hay un final feliz para las personas que actúan guiadas por aquel sentimiento que, con mayor profundidad, se va hundiendo. Hoy es tan sólo una utopía de nuestro régimen jurídico, y doña Carpinteyro enfrentará un cargo por el delito de violación de la privacidad, por dar a conocer las conversaciones privadas de Luis Tellez.

El señor Tellez era el titual de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, y hace unos meses los MCM mostraron en sus noticieros las reveladores conversaciones que Téllez sostuvo con Diana Pardo, una amiga de Téllez, en la que el ex secretario asegura que Carlos Salinas se quedó con la mitad de la cuenta secreta.

La culpa, evidentemente, no es de Tellez. él simplemente reveló información que ya era de conocimiento general; todos sabemos que Salinas y López Portillo "destrozaron al país", como se escucha en la conversación. Entonces, ¿De qué es culpable Luis Tellez?

De lo mismo que se acusa a Javier Lozano: de ser un simple seguidor, perrito fiel, del poder. Ambos desconocen la idea de llevar la camiseta ideológica y política de su partido, simplemente desean estar cerca y ser servidores incondicionales de aquel que caliente la silla presidencial. Ya vemos a un antigüo priísta que durante los sexenios de Carlos Salinas y Ernesto Zedillo se dedicó a declararse Revolucionario Institucional, y no fue sino hasta 2006, que inició los tratos con Felipe Calderón para asumir la secretaría del Trabajo.

Ya vemos también a un Téllez que durante el sexenio 1988 - 1994 se dedicó a trabajar en la secretaría de agricultura y ser asesor en política económica de Salinas. ¿Qué quiere decir ello? Que era casi brazo derecho de PRI, que inclusive pudo idear la estrategia para que Salinas tomara la famosa "mitad de la cuenta secreta", y ahora no tiene empacho en desenmascararlo vía telefónica y, sin embargo, llevar a juicio a una subsecretaria que busca quitarle el disfraz a un corrupto maquillado.

Ahora, se le ha otorgado un amparo a Esperanza Purificación Carpinteyro, pero ello, irónicamente, parece lleno de desesperanza, pues el juicio proseguirá aún cuando ella se encuentre en libertad. De hallarse culpable, ocupará una línea más dentro de la lista de presos políticos del país, una sombra más en una prisión, una mancha más dentro del sucio sistema político nacional.

Y la obra de teatro político sigue dejando actores con finales infelices...

(Continuará)