lunes, 2 de febrero de 2009 | By: El Nazareno

Sin siquiera conocerse...

James Harrison es un muchacho que ha dedicado su vida al deporte. Los cascos y el ovoide han sido su herramienta; el trofeo Vince Lombardi, su meta. Ha defendido el número 92 con la fuerza de una bestia, y a su equipo como un fiero león. Lo demostró al lograr una carrera de 100 yardas en una intercepción en el Súper Bowl XLIII (Cuadragésimo Tercero). Fue un punto importante para el campeonato de los acereros.

Bruce Springsteen es un reconocido (por no decir legendario, en mi intento de enaltecerlo) músico. Con "Born in the U.S.A." colocó al rock norteamericano en otro nivel. Sus más de 15 discos lo colocan con una reputación envidiable, musicalmente hablando, a nivel mundial.

Ambos sujetos quizá no se conocen, probablemente ni siquiera se han dirijido palabras. Tal vez sólo sabe uno de la existencia del otro, por ser figuras públicas. Pero indudablemente, juntos, ayer provocaron más de un orgasmo mental. Hiceron de un domingo cualquiera uno de los 365 días más jubilosos. Uno creó récord en un super bowl, el otro deleitó a sus fans con "Tenth Avenue Freeze-Out". Crearon las cuatro horas perfectas, como una labor en equipo, pero sin tener algo en común que satisfacer a sus fans. Para ambos, mis más extensas felicitaciones.