lunes, 2 de febrero de 2009 | By: El Nazareno

Que se acabó la fiesta - ¿Que qué?


Ayer, la cerveza se arrullaba salvajemente sobre los tarros. La espuma bailaba graciosamente, de un lado hacia el otro, hasta desparramarse de emoción y éxtasis. Los gritos se intercambiaban, desde ambos lados del campo, para llegar a la meta: la yarda 50.

La gran manta dorada obscura se ondeaba por todas las butacas, y los pañuelos volaban. El balón compartía caricias entre ambos equipos, y repartía golpes por doquier; provocaba sonrisas y lágrimas. Nos tenía ocupados a todos.

Una tarde que, entre la venda del alcohol, procuramos mantener viva durante 8736 horas. Pero al día siguiente, la llama se ha extinto. Un lunes de puente, servirá para que algunos puedan reducir la resaca. Otros aprovecharán para hacer lo pendiente, y atender un martes de manera normal.

Cambiamos el televisor por el ordenador, la playera del equipo favorito por la camisa, la cerveza por una taza con café. Esperando que mañana no sea un día ordinario, sino domingo. El súper domingo.

Así, millones aguardaremos la larga espera. Yo también.