Lo presentía desde hace tiempo, pero no dejó de sorprenderme. Cuando Miguel de la Mdrid ascendía al poder, yo apenas era un piltsintli (bebé) recién nacido. Por lógicas razones, no comprendía nada de política, deportes ni otros tópicos sólo importantes después de cierta edad. Lo único que recuerdo es a un tlajtoani, de nombre Carlos Salinas de Gortari, construyendo carreteras y vendiendo sectores que pertenecían al estado.
Pero todo comenzó no con él, sino con su predecesor De la Madrid Hurtado; Salinas pisó el acelerador, pero fue Miguel quien soltó clutch. Durante el periodo de De la Madrid, México entró en el alineamiento del Acuerdo General sobre Comercio y Aranceles, además del Memorandum de Entendimiento Comercial México-EU. El primero era el ingreso a México en el comercio internacional; el segundo era un control de EU sobre el comercio mexicano.
Pero sin duda, lo más notable de su mandato en materia económica fue el PIRE y la Carta de Intención que Hurtado aceptó, protegiendo así a las esmpresas contra riesgos cambiarios, claramente estipulado en el FICORCA. Ello demostraría el papel neoliberal que De la Madrid pretendía imponer a México, y desde entonces (con clara notoriedad) el FMI domina nuestra economía.
Y si Miguel de la Madrid aceleró el neoliberalismo de 0 a 10, Salinas metió hasta cuarta velocidad. Primero que lo demás, firmó el TLCAN (del cual ya escribí en posts anteriores, acerca de la unificación mundial), depués la privatización del sector telecomunicaciones ( ahora TelMex, property of Slim), la banca (apenas nacionalizada en 1982), creación de nuevas secretarías de Estado (La SeDeSol y la Reforma Agraria) y la creación de programas de desarrollo (el famoso Solidaridad o "Solodarydar").
De Zedillo, la creación del "Robaproa" (FoBaProA). No hubo gran venta de empresas en su periodo, pero no pudo equilibrar la crisis de 1994 (efecto tequila) y las matanzas de Acteal-Aguas Blancas mancharon su gobierno.
Para cuando yo era un ciudadano (con edad suficiente para tomar decisiones y emitir opiniones políticas), Fox hacía de las suyas: Su apoyo y total acuerdo con las élites empresariales no pudo ser más evidente. Y qué decir de sus famosas frases "¿Y yo por qué?" ante la toma de las instalaciones de canal 40 por el ejército de Salinas (el apellido de la maldición) Pliego; o el "Digo cualquier tontería; total, yo ya me voy" en un intermedio de una entrevista televisiva. Asco de gobernante.
Ahora, a 3 años del nuevo gobierno, Calderón ha retomado la esencia del viraje neoliberal. Aeroméxico fue vendida, en una operación dudosa en 2007, y esta semana concreto mi sospecha. Lo presentía desde hace tiempo, pero no dejó de sorprenderme la extinción de la SME. El camino hacia el fin neoliberal continúa, mientras la secuela se aproxima.
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