martes, 23 de abril de 2013 | By: El Nazareno

El país de Dalí

Si el artista aún exisitiera, seguramente México sería parte de una obra política, en la que las más profundas de sus aberraciones artísticas se plasmarían todos los días. El país de no pasa nada, y si pasa, nadie lo ve, o nadie quiere darse cuenta, o simplemente lo ignora.

Sólo en ese tipo de sueños un grupo de revoltosos con placa de maestros puede cerrar una vía de comunicación, sin pensar en que están chingando al pueblo, y creer que la policía será simple voyeurista de esa obscenidad, y deducir que si intervienen, tienen todo el derecho de regresar y destruir oficinas de gobierno. Lo peor es que la policía, a varios kilómetros, esperan a que terminen.

En este tipo de creación imaginaria, los habitantes creen que los "maestros" están en su derecho de pelear por la educación, cuando sólo defienden intereses propios, su plaza, su ignorancia y a su líder por sobre todo. Lo peor, critican a quien hace este tipo de observaciones y lo tachan de inculto, hombre de ultraderecha, etc. Aún cuando son las oficinas del PRD (partido de izquierda, supuestamente) las que destrozan.


 En un país como el nuestro, un hombre que creció en el seno Priísta de Salinas hizo masacres como gobernador de EdoMex. llega a presidente de México, con o sin fraude, pero se detiene cuando una organización le hace frente y cierra sus carreteras, dándose cuenta que no es lo mismo que Atenco. Lo peor es que lo consideramos un presidente digno, no como el Peje o Vásquez Mota, y votaron por él (si no, no existiría ni un voto legítimo), y ya se planea aumentar la deuda externa (más que la de FeCal) para apoyar programitas como "Sin hambre", que es otro sueño cagado de Solidaridad, como el de su papi en los 90.

¿Soy yo, o de verdad no vemos que cualquier encapuchado unido a un grupo de choque puede tomar instalaciones de la máxima casa de estudios superiores? ¿No es de maravillar que lo que pidan sea que quiten las cámaras de vigilancia en sus planteles de estudio, que liberen a sus compañeros revoltososos y los reinstalen para seguir con sus promedios mediocres (o por debajo) y demás estupideces? Lo peor es que la policía no puede inmiscuirse a solucionar el problema, debido a que es una Universidad autónoma. Ése es el sorprendente argumento de nuestra seguridad federal y del DF.

Si aún tuviera vida, Dalí podría asociarse con Buñuel nuevamente y crear una nueva cinta, una más real, pero con ese toque surrealista que la caracteriza, en la que nuestra misma Procuraduría pueda pagarles a testigos protegidos, que son delincuentes, como el JJ, y darles títulos casi-nobiliarios, o en la que tengamos que pagar al narco por protección a policías, o en la que el mismo pueblo cree grupos de autodefensa contra el narco y la policía, o que lleguemos a pensar que los tres (nraco, policía y autodefensa) se mezclen y no sepamos cuál es cuál. Una vida totalmente surrealista que sólo el mexicano podrá tomarlo como habitual, y nadie más.