domingo, 30 de diciembre de 2012 | By: El Nazareno

Por una película

En ocasiones, las cosas llegan a ti. No importa si es un libro, un texto pequeño, una actividad que cambie tu percepción sobre las pequeñas cosas, una que cambie tu vida por completo o una película.

Somos una marejada de coincidencias y, aunque se lea muy cristiano, falso o cursi, así tenía que suceder. Por eso, gracias a Dios, nunca se nos permitirá manipular al tiempo, poderosa herramienta del bien y el mal.

Creemos que manejamos nuestras vidas con absoluta libertad, y eso es una estupidez aún más grande, pues somos esclavos del destino, engrilletados a lo que inocentemente llamamos coincidencias.

¿Qué tal un libro llamado "La ciudad y los perros", que puede impulsarme a leer, un deporte que me permita corregir detalles diminutos de una gran responsabilidad de cuidar una familia, o una pelicula que, con una sinopsis morbosa, me permita sumergirme en lo objetivo de lo que realmente estamos haciendo?

Aún no termino de comprender cómo puede un montón de actores cambiar la percepción de la vida; de cómo manejar las emociones más profundas, como la soledad o la realidad de nuestro ser sin máscaras, combinado con situaciones enredosas y graciosas. Matrix no deja de ser mi película favorita, pero ésta marca una idea del ser de una manera más natural, más humana y desde un abordaje más comprensible al ciudadano que busca divertirse un rato.

El filme se llama Elektra luxx (creo) y  no la vean sólo por leer esto, porque, honestamente, creo que las cosas llegan a uno, así como todo arribó a mi vida, agradecidamente, y me orilla a cambiar algunos pedazos de máscara que me cuelgan de la piel, que debo hacer ahora y que no permitiré que cambien eso: lo que soy realmente.