sábado, 7 de abril de 2012 | By: El Nazareno

Qué mala educación

Hace algunas semanas, circulaba por la ruta tradicional en mi cotidianidad, Calzada México-Tacuba, y un grupo de personas con mantas se manifestaba a la altura del metro normal. Apenas era la punta de la lanza, que después se convertiría en la megamanifestación y los enfrentamientos con policías los días posteriores.

No hace falta ser un genio para deducir que eran maestros si a la salida del metro está la Escuela Normal de Maestros, lo que de verdad cuesta mayor razonamiento es definir el porqué de su inconformidad. Los maestros, pseudomaestros y acarreados exigían que se quitara la evaluación para los docentes que, de aplicarse universalmente, terminaría con el tráfico de plazas. Qué maleducados.

Ese fenómeno, esa plaga que desde hace años venimos arrastrando y que igual hasta algún conocido exmiembro de una organización delictiva en Michoacán tiene, la herencia y compra de plazas de maestros, es una de tantas razones por la cual la educación en México tiene un rezago abismal.

Tiempos electorales. la Exsecretaria de Educación Pública postulada para candidata a la presidencia de la República ha utilizado el combate a ese cáncer como una herramienta para sumar votos. ¿Por qué no lo hizo desde que tenía ese puesto, hace no más de seis años?

No sólo a ella le interesa el tema, pues junto con el de seguridad nacional, es de los que más preocupan a los contendientes. Quadri también ha mencionado que es de su interés que el aspecto educativo, más concretamente el de la obtención de plazas, se modifique hasta su óptimo nivel, de ser posible.

Las evaluaciones ya tienen tiempo realizándose y los resultados son deplorables: más de la mitad, aproximándose a 3/4 del total de maestros que realizaron la prueba, no tienen las bases para ejercer su docencia, según la evaluación y sus parámetros.

No está de más preguntarse, ¿estos parámetros realmente son los correctos para que un maestro imparta clases? Es bueno saber qué es lo que se les pregunta en estos exámenes, si es sólo conocimiento general, conocimiento específico de la materia en la que se enfoca, actitud y aptitud para enfrentar un aula, métodos de enseñanza...

Parece que en este proceso aún se necesitan pulir las herramientas, ya sea la preparación de los maestros, el sistema educativo u ambos, pero sobre todo la actitud de los maestros, para que la educación en México alcance un nivel internacional; para que los maestros se dediquen a enseñar y preocuparse por la educación y no por manifestarse y pelear contra la policía para que no les apliquen exámenes para conservar sus plazas o imponer las reglas de las evaluaciones, como lo ha propuesto el SNTE; para que el Gobierno Federal imponga a Secretarios de la Educación a gente con conocimientos de la estructura educativa en otros países desarrollados y no sólo rellene con gente como Villalobos; para que la educación en México sea una prioridad y no un pretexto. Así sea.