viernes, 22 de julio de 2011 | By: El Nazareno

México, Ra ra ra

Somos el resultado de la causalidad. A veces no reparamos en que los ciclos nos envuelven de una manera que, quizá ignorantemente, lo llamemos casualidad y no causa; suele ser tan evidente, que parecerá una jugada chusca del destino, pero todo ocurre por algo.

Los chicos de la Sub 17 hicieron las cosas perfectamente. Durante el Mundial de menores, los mexicanos tuvieron una racha perfecta al ganar los siete partidos del torneo y coronarse; ahora, los jóvenes regresan en un inmenso mar de seguidores que inundaron las calles y ahogaron entre gritos el silencio cotidiano de la rutina citadina. El torneo se realizó aquí, en nuestro país.

Se abría un panorama para México con el albergue del Mundial Sub 17 2011, de ser la sede para un nuevo Mundial de Fútbol de selecciones grandes; ahora, con el triunfo absoluto, la propuesta es más clara con las grandes autoridades de la FIFA respecto al anuncio de Jerome Valcke de esta posibilidad.

Hace doce años, la Copa Confederaciones era la puerta que la Selección mexicana esperaba abrir para nuevas oportunidades de los jugadores que se impulsaban como grandes estrellas, y la consagración de los veteranos como Cuauhtémoc Blanco, quien anotó goles en tres de los cinco partidos disputados, siendo campeón de goleo y consiguiendo la anotación del triunfo en la final ante Brasil.

El torneo se realizó en México. Como era la selección mayor, la mayoría de los jugadores ya tenían una carrera establecida y sólo buscaban representar el futbol mexicano ante el mundo.

Hace seis años, Carlos Vela y Giovanni Dos Santos se catapultaban en su carrera futbolística, demostrando que los jugadores jóvenes eran prometedores. El torneo Sub 17 era la oportunidad que esperaban y consiguieron una victoria gloriosa ante México. A partir de entonces, sus vidas cambiarían rotundamente y sus respectivos clubes ya hacían negociaciones inmediatas con otros equipos en el extranjero, como Vela al Arsenal -transacción que no pudo realizarse por su corta edad- y Giovanni a FC Bracelona.

Hoy vemos los resultados. Carlos Vela poco pudo hacer con la Selección mexicana en el Mundial 2010, dejando sólo la sombra en el pasto, la sombra de Carlos Vela hace años; Gio tampoco brilló como en su campeonato.

Todo es el resultado del interés. Los clubes pulen hasta donde es posible las nuevas y jóvenes figuras para venderlas por fuertes cantidades al extranjero, dejando de acostumbrar al jugador al estilo de juego nacional, descontinuando un futuro de selección que podría ser más brillante, y será un ciclo difícil de cambiar, hasta que pensemos más nacional y menos en los billetes.

P.D.  - Este post lo comencé hace días, pero por motivos de tiempo no lo había terminado. El final fue apresurado y el tema se volvió viejo, pero así es esto.