miércoles, 6 de julio de 2011 | By: El Nazareno

El fin del mundo (o, por lo menos, de México)

No importa su pasado, sólo cuenta el presente. Eruviel ganó las elecciones para gobernador de EdoMex y por una diferencia bastante considerable: 62 puntos de 100, cuando el más cercano a la coalición "Unidos por tí" fue la de Encinas, "Unidos podemos más", con 21%. Es decir, que superó a su rival más poderoso por el triple.

Digo que no importa su pasado por varias cosas.

Por doquier se veía la cara de Eruviel: espectaculares en las principales avenidas, carteles en la parte trasera de las combis, camiones rotulados. Ello se refleja en sus gastos; no fueron suficientes 213 millones de pesos para hacerle publicidad a Don Eruviel, sino que sobrepasaron el límite marcado por el Instituto Electoral. Se estima en 500 millones de pesos el gasto de campaña de Unidos por tí, aún cuando los 203 mdp es el tope de campaña más alto de los útlimos tiempos para el Estado de México.

Y, ¿cuál es la sanción por esa falta? pues... ninguna, desafortunadamente. Por ello, Enrique Peña Nieto cometió la misma falta hace 4 años, también priísta, combatiendo por el mismo territorio. Cual buen Deja Vú, en 2005 Peña Nieto se jactó de ser el nuevo Gobernador de Estado de México, aún cuando los partidos opositores amenazaban con una demanda por delito electoral. No progresó.

Pero hay algo más que une a Peña Nieto y a Eruviel.

El caso Agustín Estrada Negrete. Un maestro que intentó saltar al tigre, pero cayó en las garras de la intolerancia. Cuando Agustín manifestó su homosexualidad, las puertas se le cerraron automáticamente en Ecatepec, gobernado por Eruviel y con Peña Nieto haciendo lo propio en EdoMex. Entre los dos destruyeron la vida de una persona dedicada a la docencia en comunidades pobres.

Así como ocurrió con Agustín, a Peña Nieto y a Eruviel no les importará mandar violar una nación. Sabemos de lo que son capaces y una persona con poder enloquece con más poder. Eruviel ya ganó las elecciones de Estado de México y Peña Nieto llega firme a las federales. Los mayas tenían razón.