La detención de José de Jesús "El chango" Méndez fue un logro notable para el equipo de seguridad federal, una medalla y una buena noticia para Leonel Godoy, gobernador de Michoacán, una grata sorpresa quizá para Los Caballeros Templarios, y una medalla para el Presidente de la República, y el partido que representa, más ahora que se aproximan las elecciones federales.
Pero los medios de comunicación y Alejandro Poiré tomaron este hecho como un suceso más trascendente. Poiré, Secretario técnico del Consejo de Seguridad Nacional, dijo que con la detención de El chango se destruía la estructura de mando de La Familia Michoacana, lo cual fue resaltado en exageración por los medios. Se divisaba una pronta desaparición de la organización criminal.
Las acciones sanguinarias continúan. La última ejecución atribuida a La Familia ocurrió hace unas horas, en Valle de Chalco y donde 8 personas murieron de manera violenta. El motivo es el mismo: la pelea por las plazas y confrontaciones con las organizaciones rivales, en la mayoría de los casos. Y aunque el puesto del chango es irremplazable, seguramente ya se cuenta con alguien adecuado para organizar a La familia.
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Pero esa artimaña política puede ser una espada de doble filo. Godoy ha indicado la captura del chango como un punto de confianza para una mayor seguridad en la entidad, pero hace un año se dio a conocer la conversación entre el gobernador y Servando Gómez Martínez, "La tuta". Gómez pertenecía a La Familia, célula del crimen que abandonó para fundar y dirigir a Los Caballeros Templarios, otra organización michoacana que busca controlar el mayor número de plazas ocupadas por La Familia. Quizá Godoy se enorgullece de la detención de José de Jesús no tanto porque el gobierno federal y estatal ganen terreno ante la mafia, sino por otra razón de compadrazgo...
La pesca de los peces gordos continúa, mientras la sociedad sigue ahogándose entre el mar de sangre que ha dejado la violencia y el salvavidas nunca llega. Seguimos solos como sociedad, manoteando para no dejarse llevar por la corriente, intentando sobrevivir en un país controlado por el narco que ha enraizado profundamente y ha aprendido a sobrevivir, renovar o morir, reciclar o desaparecer.
1 comentarios:
Hay naza tienes toda la razón, hemos aprendido a reciclar en todas sus formas, pero y entonces qué hacemos ante un país tan corrupto, con una sociedad que es indiferente ante el dolor ajeno?
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